La Emperatriz es el disfrute de la vida, los campos abiertos, la naturaleza, el movimiento, representando así todo proceso natural creativo. Lo que se gesta en la Sacerdotisa nadie puede verlo, es Secreto. Lo que se va gestando en la Emperatriz es parcialmente visible aún antes de nacer.
La Emperatriz nos conecta con el mundo de la tierra, de las posesiones, de la madre Ceres. Es el receptáculo de algo que, a futuro, generará prosperidad. Representa el periodo de gestación de cualquier proyecto que queramos emprender. Cuando ese proyecto se concreta y asienta, ya es el Emperador. Ella es la gestación de la prosperidad. Es una energía Venusina, que nos conecta con el disfrute de la vida y el hacer que sus frutos sean aprovechados.
La Emperatriz se asocia a la energía del planeta Venus, es mujer, es Yin, es receptáculo, es tierra. Todas las imágenes masculinas, solares, pertenecen a la semilla, el que da la vida. Todo lo femenino/pasivo es quien recibe la semilla para alimentarla y traer un nuevo ser a la vida. Si la energía de la Emperatriz se encuentra bloqueada es el aborto de lo que se estaba gestando. Es la muerte prematura.
Ella es el complemento del Emperador, es la mujer que apoya a la imagen masculina para que triunfe, pero ella encierra al futuro Rey en su vientre por lo tanto es la Reina Madre. Goza de privilegios, como la prosperidad, el disfrute de la paz y la sensualidad de la vida. Ella, a diferencia de la Sacerdotisa, percibe y siente a través de los sentidos externos, su conciencia está orientada hacia los aspectos concretos y materiales de la existencia, teniendo dificultad para conectarse con realidades invisibles. Su naturaleza es terrena y tangible.
Se le puede asociar a la búsqueda de la seguridad y -en exceso- a la seguridad que aprisiona. La Emperatriz puede quedar adormecida en los placeres de la materia, impidiendo que los procesos sigan su curso natural. Aquí tenemos el valor desmedido por la belleza, la abundancia y la comodidad.
IV EL EMPERADOR
El Emperador es un arquetipo Yang por excelencia. Su número es el cuatro, asociado a los planos de manifestación (espiritual, mental, astral y físico), a los cuatro elementos (Fuego, Aire, Agua y Tierra), a la cruz que conforma la materia y nos ata a la realidad.
En los juegos de tarot El Emperador aparece como un hombre sentado en un trono, seguro de sí mismo y de sus logros. Si bien está sentado no es pasivo. En la tradición se le asocia al signo de Aries, y, estemos o no de acuerdo con esta atribución ciertamente su don de mando y capacidad de liderazgo se corresponden con este signo. Lleva un cetro en su mano que denota poder y dominio. Es reconocido como figura de autoridad.
Por su manifestación exclusivamente terrestre, prefiero asociarlo al signo de Capricornio ya que es una figura formal dentro del mundo: estructurado, con una mentalidad convencional y gregaria, apegada al mundo de la materia. Desconoce las vivencias de los planos superiores, o al menos, no parece recordarlas. El impone las leyes y hace que el mundo sea productivo y funcione, resuelve los aspectos prácticos de la vida y concreta las acciones que se fueron gestando con la energía de la Emperatriz. Esto hace que su mundo interno pase a segundo plano, es un arquetipo masculino que no se conecta ni comprende el mundo de La Sacerdotisa, del misterio y lo irracional. Todo aquello que tenga que ver con la parte sensible, intuitiva o de búsqueda no corresponde al Emperador. Él es el mundo de la materia, la posición social, el status. Si el Emperador ama, es la construcción de un matrimonio, si estudia una carrera debe estar en consonancia con los cánones del mundo para ser aceptado y de esta manera poder escalar posiciones dentro de lo ya establecido. Él necesita estar sentado y sentirse seguro en su posición. Lo que estaba gestando la Emperatriz, el Emperador lo concreta, lo realiza. Lo baja a la tierra, lo estructura y le da orden.
V EL SUMO SACERDOTE
El loco avanza pero ahora siente un miedo repentino, ¿Qué si se pierde todo por lo que ha trabajado? ¿Si se lo roban, se destruye o desaparece? ¿O qué si él mismo no es bueno o justo?. En su pánico, él se dirige a un lugar santo donde encuentra al SACERDOTE, PAPA o HIEROFANTE, un profesor sabio y hombre santo. Los acólitos se arrodillan ante este hombre quien está listo para oír y dar sus enseñanzas. El loco le habla de sus miedos y pregunta cómo puede librarse de ellos. EL SACERDOTE responde que solo hay dos maneras "reconocer que el miedo paraliza y deteniene su camino y que recordar que aunque se haya perdido lo obtenido no se pierde lo aprendido en el camino", este consejo motiva a el loco a salir de su miedo y así mismo del santuario y a hacer frente a los desafíos del mundo que están por venir.
EL SACERDOTE, la carta 5, simboliza al signo de Tauro, el toro terrenal, que ha simple vista puede no relacionarse con un hombre santo, pero tiene sentido si se entiende que el propósito de EL SACERDOTE es traer el espíritu a la tierra. Mientras que los consejos y dotes de la sacerdotiza están entre dos pilares más allá de esta tierra, los de EL SACERDOTE se entregan en este mundo y se aplican a los problemas terrenales, él brinda armonía y paz en medio de una crisis. El único problema que EL SACERDOTE representa es que, como el toro, él puede ser obstinado y terco. En su aspecto positivo él es sabio y calmado, en el negativo es un tradicionalista cerrado.
VI LOS ENAMORADOS
El loco llega a una encrucijada, está lleno de energía, confianza y propósito, sabe exactamente a dónde desea ir y lo que desea hacer, pero encuentra un punto muerto. Él esta junto a un árbol floreciente que marca la trayectoria que desea tomar pero al lado hay un árbol frutal que marca otra trayectoria, una mujer. Ya antes ha tenido relaciones con mujeres y no pasaron de ser hermosas y fascinantes, pero esta es diferente. Viéndola, él se siente como si le jalaran del corazón, como una sacudida eléctrica.
Mientras él habla con ella, la sensación se intensifica, es como encontrar una parte que le faltaba de si mismo, una pieza de él que busca y necesita para el resto de su vida. Está claro que ella siente lo mismo por él. Arriba un ángel aparece como si estuviera presentando sus almas el uno al otro. Aunque era su plan seguir la trayectoria del árbol floreciente, y aunque será más tardado llegar si camina acompañado, él sabe que no puede dejar a la mujer atrás, pues como el árbol frutal, ella lo satisface. No importa si su camino ahora es diferente al original, pues ahora ella es su futuro. Él la elige, y juntos se dirigen a un camino nuevo.
Originalmente, esta carta la número 6 fue llamada AMOR, probablemente un nombre más aprobiado que LOS ENAMORADOS, pues el amor tiene un lugar en esta secuencia de crecimiento y de madurez. Y, viniendo después del emperador, que es sobre el control, es un cambio radical en la perspectiva de los hechos. EL AMOR o LOS ENAMORADOS marca una elección o decición por razones que no se pueden entender o ver claramente; obliga a ceder el control y entregarse a una energía más alta, de eso habla la carta, en la interpetación, la carta indica que quien hace la pregunta tendrá que tomar una decisión sobre una persona, una carrera, un desafío o una cosa con base en el amor que sienta por ello. Sabrá por instinto que debe hacer. En otras ocasiones señala el cambio en el camino.
VII EL CARRO
EL CARRO es de las más complejas en definir. En su nivel más básico, implica guerra, lucha y una victoria eventual duramente ganada. Enemigos, obstáculos, o la naturaleza animal dentro de la persona para conseguir lo que se desea. Pero el significado va más allá pues usa los emblemas del sol, y corresponde al signo de Cáncer, la luna.
EL CARRO está en movimiento, pero se demuestra estática, esto significa una unión de contrarios, del negro y el blanco, así como las esfinges tiran en diversas direcciones, pero deben ser y pueden ser, para entrar juntas en una sola dirección. Se requiere control sobre emociones de oposición, deseos, necesidades, gente, circunstancias.
La confianza también se necesita para guiar EL CARRO y sobre todo motivación. La tarjeta puede indicar una nueva motivación o inspiración, que consigue que una situación estancada se mueva otra vez. Puede también implicar, en un nivel más pragmático, un viaje, un mensaje o un vehículo en reparación si la carta aparece invertido.
VIII LA JUSTICIA
Representa al signo de Libra, la justicia refleja un frío equilibrio, es objetiva, con razón o fuerza natural. Ésta carta dice que quien pregunta va a cortar con lo perjudicial, hacer ajustes, todo lo necesario para traer cosas nuevamente dentro de un balance físico, emocional, social y espiritual. En un sentido más mundano, esta tarjeta puede señalar un proceso legal, documentos jurídicos, ajustes en una unión o una sociedad. En algunas ocasiones el resultado de todo ésto puede no ser exactamente lo que se desea, pero será un resultado escrupulosamente justo. Si se invierte la tarjeta, puede indicar al sesgo, obstrucción de la ley, o las complicaciones legales.
: A partir de la comprensión de que la vida es, en última instancia, imparcial y justa, La Justicia simboliza el equilibrio, la armonía y la ecuanimidad en nuestras vidas. Representa nuestras decisiones, nos recuerda que deben ser fruto de la planificación, la reflexión y la racionalidad, una báscula en cuyos platillos (los de la Justicia) se deben ponderar las opciones. En las relaciones sentimentales, eso se refleja mediante la honestidad, el respeto y la fidelidad. En la vertiente laboral, mediante valores fundamentales como la profesionalidad, el respeto a los procesos y procedimientos establecidos, y la observancia de los sistemas jerárquicos. En las vertientes negativas de la carta aparecen el desequilibrio, la frialdad y un flujo destructivo que obstaculiza las relaciones.
IX EL ERMITAÑO
Representa a Virgo, es una carta de introspección y análisis. Esta no es una época para socializar, indica un deseo de paz y soledad. No es una época para la acción, la discusión o las decisiones. Es una época de pensar y organizar. Puede haber sensaciones de frustración y de descontento durante esta época de retiro, sin embargo tales circunstancias conducen a la iluminación y claridad de pensamiento.
Con respeto a la gente, EL ERMITAÑO representa a una persona, un amigo, un profesor, un terapista, alguien que quien hace la pregunta ve a solas o bien alguien que lo inspira. Esta carta habla también de una persona que brinda una luz en las cosas que antes eran misteriosas y confusas. Esta carta ayuda a encontrar lo que se busca.
La carta de El Ermitaño simboliza la meditación, la reflexión y la soledad. Como una de las cartas asociada a la ancianidad, también se la identifica como portadora de la luz de la sabiduría que penetra en el mundo de lo inconsciente y analiza los sueños. Se hace hincapié en la paz y la paciencia, medios para conseguir la madurez, y en un esfuerzo por alcanzar el plano superior del ser espiritual.
X LA RUEDA DE LA FORTUNA
Simboliza a Júpiter, en la rueda de la fortuna está todo y sobre todas las cosas incluso la suerte, el cambio y la fortuna. Señala casi siempre buena fortuna. Casi cada aparición de esta tarjeta indica la abundancia, felicidad, elevación, suerte. Un cambio que apenas sucede, y trae con él gran alegría.
La Rueda de la Fortuna simboliza el constante cambio de ciclo de la vida, las victorias y las derrotas, los buenos y los malos momentos, los golpes inesperados de suerte, los avances y los retrocesos, los éxitos y los fracasos: la dualidad de las cosas. La Rueda de la Fortuna representa un avance, una feliz conjunción de circunstancias.
Su energía también sugiere lo imprevisible, el azar, la sorpresa, los cambios súbitos y el destino que pone término a malas épocas anunciando la buena fortuna, y estimulando el crecimiento y el desarrollo. Es una de las cartas en cuyo centro no aparece una figura humana.
Representa el descubrimiento de nuestros modelos y ciclos vitales, la revelación de nuestro propósito en la vida, la comprensión de que nada es permanente, de que todo fluye constantemente. En una coyuntura negativa, la carta puede significar fracaso, mala suerte, abuso de los juegos de azar y un giro hacia tiempos peores.
XI LA FUERZA
Corresponde a Leo, es una carta de valor y energía. Representa la fuerza del león y la voluntad y firmeza de la virgen, quien es inocente, indomable y carece de miedo. En algunas cartas ella abre la boca del león en otras la cierra, de cualquier manera, ella prueba que la fuerza interna es más grande que la fuerza física.
Esta carta asegura que quien hace la pregunta puede controlar no solamente la situación, sino a si mismo, habla del control sobre la cólera y del impulso, sobre respuestas creativas, la dirección y el honor personal. También puede significar la presencia de un amigo firme.
La Fuerza muestra la figura elegante de una reina y un león. Con ello quiere decir que la auténtica fuerza se debe combinar con la delicadeza y la cortesía para que realmente surta efecto. Simboliza la fortaleza interior, la voluntad de superar obstáculos, el conocimiento de uno mismo, la autodisciplina. Sólo cuando nos conozcamos y sepamos obrar de forma responsable sabremos afrontar las situaciones complejas y superaremos con éxito las dificultades.
Ahora bien, además de la fuerza física, esta carta representa la fortaleza moral y emocional. La paciencia, la compasión, el afrontamiento de las contrariedades, la aceptación de los demás, la tolerancia ante la imperfección propia y ajena, es el camino para convertirse en una persona completa. Entre las cualidades negativas de La Fuerza cabe citar la mala utilización del poder, la agresividad y la intolerancia.
XII EL COLGADO
Representa a Neptuno como planeta, el hombre colgado es quizás la carta más fascinante. Refleja la historia de Odin que se ofreció como sacrificio para ganar conocimiento, colgando del árbol del mundo, herido por una lanza durante nueve días. EL AHORCADO de forma similar, habla sobre la suspensión, no la vida o la muerte.
Ésta es una época de ensayo o de meditación, entrega, sacrificio y profecía. Quien pregunta se verá obligado a resistir, en vez de ser vulnerable, sacrificar su posición u oposición. Contesta a que las soluciones a los problemas están por ser encontradas. Él ve el mundo diferente casi en forma mísitica. Esta carta puede también implicar una época de descanso y reflexión antes de moverse al siguiente punto. Las cosas continuarán en algún momento, pero por ahora flotan en el tiempo.
El Ahorcado es una carta inquietante y misteriosa porque simboliza la otra cara de nuestras situaciones vitales, las contradicciones que pueblan nuestra vida en general y la paradoja en las acciones. Aunque El Ahorcado parece limitado e indefenso, transmite la impresión de estar tranquilo y relajado. En esta posición, la carta representa la anulación de la mente racional, la aceptación de una nueva situación, un único punto de vista, la reflexión y la serenidad. Profundamente pensativo, parece haber conseguido un grado superior de consciencia.
Mediante el conformismo y la renuncia, actitudes en sí dolorosas, este simbolismo sugiere que podemos superar las limitaciones, encontrar lo que buscamos y, en última instancia, llegar a ser personas decididas y libres. En una vertiente negativa, el simbolismo sugiere la manipulación, la pasividad, el sacrificio estéril y la apatía.
XIII LA MUERTE
Señala la transformación, los ritos de paso y el cambio. Simboliza al signo de Escorpión. La carta indica esta transición de lo más bajo a lo más alto e incluso a niveles aún superiores e inconcebibles. Habla sobre la humildad, e indica a quien hace la pregunta que tenga siempre presente que en donde hay oscuridad ahí también sale el sol.
Al principio una carta anónima, muy pocas veces se debe interpretar a La Muerte en sentido literal. Más bien denota la imagen de una transformación profunda, el final de un ciclo y la transición hacia un nuevo estado. Simboliza cambios repentinos e inevitables, la muerte del ser antiguo para que pueda aflorar la nueva consciencia.
La experiencia puede ser triste o dolorosa y quizá seamos reacios a aceptar que el final es inevitable. Aceptar y admitir que los finales son necesarios libera y propicia el cambio interior, el renacimiento, la renovación. La interpretación negativa es la depresión debida a negarse a aceptar que ha concluido un ciclo, la ruptura de relaciones, la obsesión y el estancamiento.
XIV LA TEMPLANZA
Simboliza a Sagitario, signo expansivo que brinda templanza en un nivel superficial. Ésta carta habla sobre la moderación, hay sin embargo, otro ángulo que es el de combinar contrarios aparentemente irreconciliables. Sagitario, es el centauro y fusiona a la bestia con el hombre en una criatura única, así como el arco y la flecha, un objeto móvil y uno inmóvil trabajando juntos para señalar un camino.
LA TEMPLANZA puede ser a simple vista una advertencia sobre el temperamento de quien pregunta, pero puede también ser un recordatorio de que los contrarios pueden reconciliarce, pues solo la creencia de que esto no es posible evita que suceda tal hecho. Sugiere cambios de creencias, opiniones y pensamiento para crear una unión y un balance.
El ángel entre cielo y tierra mezcla elementos distintos en una sustancia armoniosa. Representa un puente que une dos mundos opuestos como el cielo y la tierra, lo masculino y lo femenino, el comienzo y el final. La combinación de sustancias de naturaleza distinta es la imagen de la fusión de fuerzas divergentes para generar una nueva totalidad para la cooperación, la coordinación, un equilibrio armónico; simboliza la búsqueda de un terreno propicio, y conseguir la curación y la recuperación.
La Templanza significa que la moderación es necesaria para modificar las pasiones y mantener relaciones armónicas, así como para fomentar la tolerancia y la cooperación en los grupos. En una coyuntura desfavorable, las características de La Templanza son la indecisión, la inconstancia, el exceso, la obsesión y la falta de control.
XV EL DIABLO
Quizás el arcano más mal entendido de todos es EL DIABLO, la carta 15, pues no es realmente el "Satán" del concepto cristiano, sino el dios Dionisio de placeres, abandono, del comportamiento salvaje y de los deseos desenfrenados. Simboliza a Capricornio, es una carta que habla sobre ambiciones, tentación y apegos.
También es una advertencia para quien se refrena y nunca se permite vivir una pasión, placer o gusto, pues esta también es una forma de esclavitud. Para una persona, EL DIABLO puede simbolizar el dinero, la energía erótica, la agresividad, el exceso de control, ello no implica que sea una mala persona, pues en la mayoría de los casos la esclavitud existe porque uno mismo la permite.
La Carta de El Diablo representa la cara más oscura de la humanidad, todo lo execrable e innoble, y a lo que procuramos evitar enfrentarnos. A su imaginería se asocia la sexualidad, la irracionalidad, la obsesión y la adicción. Prisioneros de nuestros deseos y temores, nos cuesta renunciar a las relaciones poco recomendables, al comportamiento adictivo, al apego excesivo hacia las cosas materiales, a la obsesión por el poder.
La aceptación de esta vertiente sombría nos puede ayudar a canalizar los poderes energéticos que también simboliza esta carta. Si comprendemos que podemos liberarnos perfectamente de nuestras cadenas afrontando nuestro lado oscuro, sin odiarnos mi avergonzarnos de nosotros mismos, dispondremos del poder de liberarnos.
Las características de esta carta en una situación negativa son la ambición desmedida, la rigidez y el abuso de poder tanto en el sentido material como emocional
XVI LA TORRE
LA TORRE, la carta 16, representa a Marte, habla sobre la guerra entre las estructuras de mentiras y el relámpago de la verdad. LA TORRE, ha sido construida sobre conceptos e instituciones que tomamos ccomo reales cuando no lo son. Cuando esta carta aparece se puede esperar el descubrimiento de alguna verdad en forma drástica o una verdad desagradable.
Lo más importante a recordar es que incluso si aparece invertida implica que a partir de la destrucción de una mentira se podrá construir algo nuevo y cierto.
La carta de La Torre, en primer lugar y ante todo, quiere decir que ni las estructuras físicas ni las emocionales que creamos son permanentes ni estables, sino que se pueden desmoronar de forma repentina, con lo que se inician cambios que deseamos evitar.
Los cambios súbitos hacen referencia a la imagen de la torre que se derrumba nos indican que debemos desprendernos de creencias y valores que ya no tienen razón de ser, de una esperanza, de una relación poco provechosa, de una forma de vida antigua.
Los cambios repentinos nos sitúan frente a lo desconocido, nos dejan vía libre para que avancemos en lugar de estancarnos, nos libran de las convenciones sociales e iluminan el camino para que podamos llegar a nuevo nivel de comprensión respecto a nuestros objetivos en la vida.
El no asumir lo inevitable comporta que afloren los elementos negativos que también son inherentes a La Torre, abatidos por nuestras propias acciones, la vanidad y la incapacidad de cambiar, lo cual obstaculiza nuestro progreso.
XVII LA ESTRELLA
Ella vacía las jarras una en la piscina la otra sobre la tierra sedienta. El loco le pregunta que es lo que hace, ella lo observa y contesta "relleno esta piscina de modo que los que tienen sed puedan beber y riego la tierra de modo que las semillas puedan crecer; come y bebe." El loco se arrodilla y bebe. La mujer continúa, "puedo ver que estás triste y sé por qué, debes recordar que no has perdido todo, aún tienes el conocimiento, las posibilidades, y la esperanza, y ellas como las estrellas, pueden conducirte a un futuro brillante." la mujer desaparece. El loco respira y se levanta. Es una noche oscura en una tierra solitaria, pero por primera vez, él tiene una luz que le guía y muestra el camino, no obstante lo distante que está cura su corazón y restaura su fe.
LA ESTRELLA, la carta 17, simboliza a Acuario, y es una carta que mira al futuro. No predice ningún cambio inmediato o de gran alcance, sino que habla sobre esperanza y curación, esta carta sugiere la claridad de visión y penetración espiritual, y lo más importante habla sobre que esa ayuda inesperada vendrá como el agua que apaga la sed y como la luz que guía hacia el futuro.
La Estrella, una de las cartas más positivas del Tarot, habla de esperanza e inspiración. La Estrella simboliza nuestra fe en el futuro, al sentirnos guiados en nuestro camino por su luz tranquila y serena. Al tener la confianza de no perdernos, recuperamos motivación y fuerza interior, y experimentamos paz interior. La Estrella protege nuestro futuro y reúne las fuerzas necesarias para ampliar nuestro conocimiento y crecer emocional y espiritualmente.
El sentido de protección, promesa, inspiración y júbilo nos empuja a explotar nuestros talentos para lograr nuestros ideales. Aun en circunstancias desfavorables, los elementos negativos se limitan a ponernos obstáculos como el pesimismo, la falta de realismo o la incapacidad de aceptar ayuda, lo que puede comportar un posible fracaso
XVIII LA LUNA
LA LUNA, la carta 18, representa a Piscis, habla de visiones, ilusiones, locura, genio y poesía. Ésta es una carta que tiene que ver con los sueños y pesadillas; advierte que pudiera haber enemigos, trucos y falsedades ocultos. Pero también debe de recordarse de que anuncia gran creatividad, sensaciones de gran alcance e intuición mágica.
Cuando aparece esta carta se advierte que puede haber una época de ajuste o desajuste emocional; se deben evitar las drogas o el alcohol, pues el abuso de cualquiera causará daños irremediables. Sin embargo, puede también dar lugar a gran creatividad, a energías psíquicas, a visiones y a la penetración en la magia. Habla también en la confianza de la propia intuición.
La Luna, en todas sus fases, representa el mundo de los sueños, las ilusiones y el subconsciente. Símbolo tradicional de lo femenino, el significado de la carta abarca lo maternal, la Gran Madre, la condición femenina y los ciclos. Es una carta ambivalente, su imaginería se refiere a los problemas de ver las cosas con claridad: inspiración y falta de empuje, encantadora y desconcertante, engañosa y receptiva... las dos caras de la moneda.
Al señalar estados de ánimo variables e incertidumbre, esta carta indica que debemos prestar atención a nuestros sueños, explorar nuestro subconsciente y afrontar los problemas que surgen para progresar y conseguir un nivel superior de consciencia. Hacer un buen uso de la imaginación y el talento creativo es un valor añadido. Las cualidades negativas como la ambigüedad, la confusión, los temores ocultos o el engaño nos pueden inducir al fracaso
XIX EL SOL
EL SOL, la carta 19, representa a el sol en la astrología. Es la luz que viene después de la noche, es una carta positiva, promete a quien pregunta que su día se verá alumbrado de gloria, ganancias, triunfos, placeres, verdades y éxitos. Mientras que la luna simbolizada la inspiración del inconsciente y los sueños, esta carta habla de los descubrimientos.
También habla sobre la ciencia, las matemáticas, la música y la filosofía. Es una carta del intelecto, de la claridad de mente y de las sensaciones de la juventud.
La carta de El Sol se considera símbolo de lo paternal, la energía masculina, el Padre Cósmico y el amor fraternal. Considerado la fuente primordial de vida, luz y calor, El Sol destierra la oscuridad para que veamos claramente nuestro camino y nos ilumina en él, lo cual significa que podemos ver la verdad y comprender sus repercusiones. El Sol representa energía, salud, virilidad, oportunidades, generosidad, confianza en uno mismo, éxito, matrimonio, hijos y prosperidad.
Estos elementos positivos nos transmiten la confianza de que podremos conseguir nuestros objetivos, tanto espirituales y emocionales como materiales. Es preciso estar atentos al alboroto, la arrogancia, la vanidad o las apariencias engañosas, elementos negativos que pueden comportar fracaso e incertidumbre
XX EL JUICIO
Esta carta representa el día del juicio o un aviso que anuncia un rito de paso. Cuando se acaba un ciclo nos debemos preparar para una nueva fase de nuestro desarrollo: nos aguarda el futuro.
Es el momento de cosechar los resultados positivos de nuestros esfuerzos, de obtener las recompensas, cuando nos percatamos que de vamos en otra dirección y reconocemos nuestra auténtica llamada. En su sentido positivo, El Juicio nos recuerda que, con la honestidad y la auténtica reflexión, seremos conscientes de nuestros errores y de que debemos perdonarnos a fin de recuperar un sentimiento de autoestima y logros.
En una coyuntura negativa, esta carta simboliza la indecisión, el temor a renunciar, el remordimiento, el arrepentimiento, el desequilibrio, la prisión.
XXI EL MUNDO
Considerada la mejor carta de la arcana mayor, El Mundo es un símbolo de todo lo que se puede conseguir a lo largo de la vida en cuanto a perfección, belleza, éxito y reconocimiento público. Es el punto final e inicial del ciclo.
Felicidad y plenitud son los elementos clave que proporcionan sensación de bienestar físico, emocional y espiritual. Al señalar el logro y la consecución de nuestros objetivos, El Mundo nos indica que, al finalizar este ciclo, estamos dispuestos a emprender una nueva aventura. Estamos listos para afrontar otro viaje con un grado mayor de consciencia que requiere compromiso y dedicación.
En una situación negativa, esta carta puede referirse a grandes obstáculos, retrocesos, asuntos no resueltos y falta de compromiso.